Academia de Optimist 2022

Academia de Optimist 2022

Por Reinaldo Romero

20 de junio de 2022

Por Reinaldo Romero

20 de junio de 2022

El Club Naval de Deportes Náuticos, dentro de su programa de actividades náuticas anuales, el 18 de junio de 2022 desarrolló su segundo taller de Optimist en las instalaciones del Puerto Deportivo Valparaíso, ubicado en Puerto Barón.

El día fue muy agradable para un mes de otoño. La mar estuvo llana, un día soleado con unos 15 °C, pero el viento no fue el ideal. Según la escala Beaufort, tuvimos ventolina (Fuerza 1).

Este taller fue dictado por Maximiliano Vera Herman, con la asistencia de 6 alumnos muy inquietos.

La actividad comenzó con el armado de las embarcaciones por parte de los alumnos y su traslado al agua.

Para este taller se requirieron solo 3 embarcaciones, las cuales fueron tripuladas cada una por dos navegantes.

El Instructor dirigió la práctica en el mar desde un bote de goma e instaló una boya con un banderín para marcar la zona de instrucción.

Los jóvenes aprendices realizaron con destreza todas las maniobras, lo que les permitió navegar en forma entretenida y segura.  

Esta fue la primera oportunidad en que navegaron a vela, dado que en la clase anterior solo lo hicieron con movimientos del timón.

La práctica terminó con un paseo en bote por la bahía de Valparaíso, con la finalidad de ir familiarizando a estos futuros yatistas con el mar.

¿Qué es un Optimist?

El Optimist es una clase de embarcación de vela ligera.

Es el único velero aprobado por la Federación Internacional de Vela para menores de 16 años, por su particular forma y su reducido tamaño que hace de él un barco idóneo para los navegantes más jóvenes.

Su estructura rectangular hace que sea muy poco hidrodinámico, en el interior del barco encontramos a los laterales dos flotadores que permiten que el barco no se hunda al tumbarse (cuando el barco se da vuelta), y uno en popa, en el centro está la caja de la orza, donde se coloca la orza, que se realiza en madera (contrachapado o laminado), resina o fibra de vidrio (el más usado), al igual que el timón; el timón se coloca en el centro de la popa y cuenta con una caña y una extensión para facilitar su manejo al que se lo denomina como prolongador y una pala, para poder dar la dirección.

En la proa se encuentra la fogonadura donde se coloca el palo, teniendo de base la carlinga. El palo junto con la botavara y el pico sujetan la vela.

Generalmente se porta también un balde llamado ‘achicador’ para poder vaciar el agua que pueda entrar en el barco.

Un poco de historia

Clearwater (Florida, Estados Unidos), 1947. El alcalde de la ciudad, Clifford McKay, se da cuenta de la proliferación de niños que juegan por las calles a ‘regatear’ con cajas industriales de jabón a las que se le añaden velas fabricadas por ellos mismos.

Debido a las molestias que ocasionan a los ciudadanos, McKay decide prohibir estos carros a vela, pero al mismo tiempo ofrece una alternativa: que el juego pase de tierra firme al agua.

Se reúne con el diseñador de barcos Clark Mills y le propone convertir esas cajas de jabón en un barco para niños lo más barato posible.

Nace así el Optimist, el primer barco de vela cangreja de un solo tripulante y uno de los veleros más populares del mundo.

El invento cuaja rápidamente entre la población, puesto que apenas basta un par de láminas de madera contrachapada para echarse al agua y son muchos los padres e hijos que construyen en sus garajes sus propios veleros a partir del diseño de Mills.

Unos años más tarde, en 1954, esta auténtica cáscara de nuez desembarca en el otro lado del Atlántico con las primeras unidades construidas en Europa, concretamente en Dinamarca.

Ya en 1962 nace en Inglaterra la Optimist Class Racing Association y poco después se forma la Asociación Europea de Optimist. Y, en 1965, el Optimist es aceptado como clase internacional.

Aunque los materiales con los que se construyen los Optimist evolucionan con el paso del tiempo, lo cierto es que tanto la forma de los Optimist como su filosofía siguen intactas siete décadas después: un barco sencillo que permite a los niños disfrutar del mar y de la vela.

Maximiliano Vera Herman

Socio del Club Naval de Deportes Náuticos.

Experimentado navegante con participación frecuente en competencias nacionales e internacionales, principalmente en las clases J-24 y Lightning.

Instructor certificado por la Federación Chilena de Navegación a Vela.

Colabora activamente en el seleccionado de vela de la Escuela Naval.

Actualmente es instructor de la Academia de Optimist de nuestro club.

¿De cuánta utilidad te ha parecido este contenido?

¡Haz clic en una estrella para puntuar!

Promedio de puntuación 5 / 5. Recuento de votos: 2

Hasta ahora, ¡no hay votos!. Sé el primero en puntuar este contenido.

Ya que has encontrado útil este contenido...

¡Sígueme en los medios sociales!

¡Siento que este contenido no te haya sido útil!

¡Déjame mejorar este contenido!

Dime, ¿cómo puedo mejorar este contenido?

3 comentarios

  1. Felicidades!! Espléndida pasión

  2. Mis felicitaciones al club. Ahí está la semilla que debemos cultivar para nuestro deporte náutico. Tenemos niños de muy temprana edad, pero lo más importa es de que para esa semilla tenemos nuestro mar, ideal para que se desarrolle y haga grande el deporta náutico en el mundo internacional.
    El primer contacto con el mar es lo importante, sentir el viento y experimentar los efectos que se produce en la embarcación. Espero que cada uno de esos niños sepa nadar o mantenerse a flote.
    Nuevamente mis felicitaciones por la buena iniciativa.
    Niños participantes:
    Un diploma para cada uno de ustedes,
    del tío Pedro de Alemania

    • Gabriela Riveros el 21/06/2022 a las 9:33 am
    • Responder

    Felicitaciones por la iniciativa ! Esperamos que tengan más cursos como este y así ir sumando más niños en este lindo deporte ☺️

Responder a Pedro Cancelar la respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.