Náutica: Estribor y Babor

Navegando por la Historia: El Origen de "Estribor" y "Babor"

Por Reinaldo Romero

3 febrero 2025

Por Reinaldo Romero

3 febrero 2025

Socios del club participando activamente en el Curso de Capitán Deportivo Costero 2024, adquiriendo habilidades esenciales para la navegación costera.

En la bruma de los océanos, donde el lenguaje se funde con la supervivencia, dos palabras han guiado a marinos por milenios: estribor y babor. ¿Por qué el lado derecho de un barco lleva un nombre distinto al izquierdo? Detrás de estas voces yacen ingenio vikingo, pragmatismo medieval y un esfuerzo global por evitar catástrofes. Embárcate en una travesía etimológica. 

Los Vikingos y el Costado del Timón: El Germen de "Estribor"

Maqueta detallada de un drakkar vikingo, destacando el timón ubicado a estribor, que refleja su ingeniería naval.

En el siglo IX, un drakkar surcaba los fiordos escandinavos gobernado por un timón singular: un remo colosal fijado en el lado derecho de la popa. Los nórdicos lo llamaban stýri (timón), y el costado donde operaba era el stýriborð: «costado del timón» en nórdico antiguo. 

Este término viajó por rutas comerciales y guerras: 

  • En inglés antiguo se deformó a steorbord (siglo X), que derivó en starboard.
  • En la Europa medieval, el francés acuñó estribord, que España adoptó como estribor en el siglo XV.

Un detalle crucial: Si un vikingo ordenaba virar el stýri hacia su stýriborð, la nave giraba a la derecha. Este sistema, aunque rudimentario, evitaba colisiones en aguas heladas. 

"Babor": Del "Lado de la Espalda"

En los drakkars vikingos, el timón se ubicaba a estribor (lado derecho), por lo que el timonel daba la espalda a babor (lado izquierdo). Esta disposición originó el término “babor”, derivado del neerlandés antiguo “bakboord”.

Mientras el timonel operaba el stýriborð (derecha), su espalda (bak en neerlandés) quedaba hacia el lado opuesto. Los marineros flamencos del siglo XIII llamaron a este lado bakboord («costado de la espalda»), que Francia transformó en bâbord y España en babor

Pero hubo un problema lingüístico que casi provoca caos en alta mar: 

  • En inglés medieval, el lado izquierdo se denominaba larboard, derivado de laddebord (costado de carga). El término, sin embargo, sonaba peligrosamente similar a starboard (derecha).
  • Documentos de la Royal Navy del siglo XVIII relatan errores fatales: en tormentas, marineros confundían «¡Virar a larboard!» con «¡Virar a starboard!», provocando colisiones.

La solución histórica: En 1844, el Almirantazgo Británico ordenó reemplazar larboard por port (puerto). ¿La razón? Tradición y protección del timón

  • Desde la era vikinga, los barcos atracaban siempre por el lado izquierdo para evitar dañar el timón derecho (stýriborð), que en veleros posteriores se fijaba al codaste (estructura de popa).
  • Al elegir port, se institucionalizó una práctica ancestral: el costado izquierdo era el «lado del puerto», mientras el derecho (starboard) protegía el gobierno de la nave.

Un giro lingüístico: El español rechazó términos como «siniestra» (del latín sinister, asociado a mal augurio) y mantuvo babor, heredando la precisión germánica sin cargas supersticiosas. 

Secretos Náuticos: Supersticiones

  • La maldición de la izquierda: En la Grecia antigua, subir a un barco por el lado izquierdo se consideraba augurio de naufragio. Esta superstición persistió hasta el siglo XVIII, reforzando el uso de términos neutrales como «babor».
  • Un lenguaje universal: La adopción global de port (izquierda) y starboard (derecha) fue un proceso gradual. Las primeras regulaciones formales surgieron en la Conferencia Marítima de Washington (1889), y su estandarización definitiva llegó con las Reglas Internacionales para Prevenir Abordajes (COLREGs) de 1972.

Más que Palabras: Un Puente entre Épocas

Estos términos no son meras direcciones: encapsulan la evolución de la navegación. Los vikingos protegían su timón, los marinos medievales priorizaban la claridad, y la era moderna buscó uniformidad. En el Club Naval de Deportes Náuticos, honramos este legado, pues cada vez que gritas «¡Vira a babor!«, resuenan siglos de ingenio colectivo. 

¿Por qué importa?

  • Herencia técnica: Demuestran cómo el lenguaje se adapta a desafíos prácticos (proteger equipos, evitar confusiones).
  • Diplomacia cultural: Reflejan acuerdos tras incidentes históricos, como las negociaciones de la Conferencia de Washington de 1889, donde 27 naciones buscaron armonizar señales marítimas.

Epílogo: Voces que Navegan en el Tiempo

La próxima vez que traces una ruta, recuerda: «babor» y «estribor» son códigos tallados en tormentas, guerras y comercios transatlánticos. En nuestro Club, no solo enseñamos a navegar; preservamos la memoria de quienes convirtieron el mar en un lenguaje compartido. 

El mar no tiene fronteras, pero sí un vocabulario universal.

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3 comentarios

    • Cristian Astudillo el 03/02/2025 a las 9:51 pm
    • Responder

    Felicitaciones!!. Muy interesante y ameno artículo; pertinente al quehacer del Club en sus distintas ramas.

    • Gabriel Troncoso el 03/02/2025 a las 10:51 pm
    • Responder

    Interesante artículo de conocimiento de términos náuticos, todo nombre tiene su historia de origen, gracias por compartirlo.

    • Sergio Chiffelle el 08/02/2025 a las 11:01 am
    • Responder

    Muy bueno. Contribuyendo a la cultura náutica…

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