Morse Controls

¿Por qué llamamos "Morse" al Mando de Motor?

Por Reinaldo Romero

29 de abril de 2025

Por Reinaldo Romero

29 de abril de 2025

Velero Albatros en maniobra de atraque al sitio 5 del Yacht Club de Chile, Viña del Mar.

Cuando nos embarcamos en un velero o una lancha y escuchamos frases como «¡mueve el Morse!», pocos se detienen a pensar de dónde viene ese curioso nombre. Aunque hoy «Morse» sea sinónimo de mando de motor, en realidad, su origen tiene una historia fascinante que conecta la innovación industrial con el desarrollo de la navegación moderna.

Una marca que dejó huella

Todo comenzó a principios del siglo XX en Estados Unidos, cuando la empresa Morse Controls se especializó en la fabricación de sistemas de control por cable. Antes de su aparición, los mandos de motor eran mecánicamente simples, pero también poco confiables: rígidos, difíciles de maniobrar y propensos a fallos en ambientes marinos donde el agua salada y el movimiento constante ponían a prueba cualquier mecanismo.

Morse Controls revolucionó este mundo al diseñar cables flexibles y recubiertos capaces de transmitir movimientos precisos de aceleración y cambio de marchas, incluso a distancia. Estos sistemas no solo aumentaban la comodidad, sino que mejoraban la seguridad y el control de las embarcaciones.

La fiabilidad de los mandos Morse fue tan notable que, en muy pocos años, «tener un Morse» pasó de ser una descripción de marca a una expresión genérica en los puertos y clubes náuticos. Así, el término «Morse» quedó inmortalizado para referirse a cualquier palanca de control de motor, sin importar quién lo fabricara realmente.

El impacto en la navegación a vela

En los veleros, donde el control del motor auxiliar puede ser la diferencia entre una entrada segura a puerto o una maniobra complicada con viento en contra, el sistema Morse demostró ser indispensable. El hecho de poder gobernar el motor desde la bañera, cerca de la rueda o caña del timón —con un mando suave, confiable y resistente— liberó a los navegantes de complicaciones técnicas innecesarias y permitió centrarse en lo que más importa: navegar.

Tanto en travesías costeras como en maniobras de atraque en puertos estrechos, el «Morse» facilitó la vida a generaciones de navegantes, desde principiantes hasta capitanes experimentados. No solo simplificó el control de potencia, sino que elevó el estándar de seguridad a bordo.

El legado de Morse

Aunque la empresa Morse Controls fue adquirida por Teleflex en 2000, y esta posteriormente se transformó en SeaStar Solutions —ahora integrada como Dometic Marine—, el espíritu de innovación que la marca trajo al mundo náutico sigue vivo. Cada vez que accionamos esa palanca y sentimos la respuesta inmediata del motor, estamos rindiendo un homenaje silencioso a uno de los grandes avances técnicos en la historia de la navegación recreativa y deportiva.

Así, el nombre Morse, más allá de ser un producto, se transformó en una tradición marítima, un pequeño recordatorio de cómo la ingeniería puede mejorar nuestra conexión con el mar.

Morse alrededor del mundo

Es interesante observar cómo el impacto de esta marca ha trascendido fronteras, llegando a influir en la terminología náutica internacional. Aunque en algunos países se mantiene el término original «Morse», en otros se han desarrollado expresiones propias:

País Nombre Formal Término Náutico
Estados Unidos
Engine Control / Throttle Control
Morse Control
Reino Unido
Throttle Lever / Engine Control Lever
Morse
Francia
Commande moteur / Manette de gaz
Manette
España
Mando del motor / Mando de acelerador
Morse
Italia
Comando motore / Leva del motore
Morse
Chile
Mando de motor / Palanca de motor
Morse

Como podemos ver, el término «Morse» ha perdurado en gran parte de países con tradición náutica, mientras que los franceses han optado por su propio término «Manette». Esta persistencia del nombre comercial convertido en genérico demuestra el profundo impacto que tuvo esta innovación en la cultura marítima global.

Reflexiones finales

En el Club Naval de Deportes Náuticos, donde el amor por la navegación y el respeto por su historia se entrelazan, recordar estos detalles nos ayuda a valorar aún más cada elemento de nuestras embarcaciones. Desde la gran vela mayor hasta el sencillo pero fiel «Morse» que acciona el motor, todo forma parte de una herencia viva que nos invita a navegar mejor, a conocer más y a transmitir estas historias a quienes vienen detrás.

La próxima vez que alguien te diga «tira del Morse», sabrás que estás moviendo algo mucho más grande que una simple palanca: estás activando una parte esencial de la historia de la navegación moderna.

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